jueves, 16 de junio de 2011

NO ES MOMENTO DE CAPRICHOS


Por Federico Gonzalez


Clausura 2011, torneo en que River debía hacer sus cosas bien para poder salir de la zona de promoción y luchar por el campeonato.
La pretemporada no parecía ser del todo buena, sin refuerzos (había que ganar el campeonato económico...) salvo Bordagaray a préstamo, y los resultados se buscarían a partir de la primera fecha.
Un buen comienzo de torneo, a pesar del ingreso apurado del juvenil Leandro Chichizola, quién mantendría la valla invicta por 394 minutos(el destino quizo que por una pifia frente a Vélez se empezara a inclinar la balanza para el lado visitante, vaya paradoja, así se comenzaría con esta pésima campaña en el estadio Monumental). Al  llegar a la punta en soledad en la fecha Nº 9 aprovechando que Vélez se entusiasmaba con la Libertadores y la irregularidad de los demás equipos, con "apenas" una defensa sólida sostenida por la seguridad y confianza de su arquero, Juan Pablo Carrizo; y un ataque que, con puro amor propio y fuerza, se las rebuscaba para generar alguna opción de gol, el equipo de Juan José López se encontraba con el traje de líder, sin pensarlo y mucho menos buscarlo, explicitamente citado por el Presidente, Cuerpo Técnico y referentes del plantel.
El partido siguiente frente a Gimnasia en el estadio único de La Plata fue uno de los peores de River y pelea por ser uno de los más horrendos del torneo. La debacle se daría siete días después frente a Godoy Cruz de local. El remate de Donda a los 84´ produjo una herida que hasta ahora sigue desangrando.
Contra Racing parecían encarrilarse las cosas. Una de las pocas guapeadas de Erik Lamela en todo el 2011, apilando muñecos académicos desde la mitad de cancha hasta el área dónde fue tumbado. Después Pavone se encargaría de cambiar remate por gol. Y una extraordinaria jornada del Uno le daban tres puntos al equipo del Negro López que daban cierta tranquilidad de cara a lo que venía.  
Aquí hay que hacer un stop. River se preparaba para encarar la recta final a la salvación y un cumulo de errores dirigenciales y técnicos que luego se verían reflejados en la cancha; son la muestra del porqué se llega a esta última fecha dependiendo de Quilmes para safar completamente de la promoción.
Diego Mario Buonanotte Rende, uno de los más carismáticos y de buen pie futbolístico del plantel, con personalidad para este momento, no concentraba frente a Racing, suplente con All Boys, no concentra contra Boca, suplente frete a San Lorenzo, etc. y ahora tampoco concentra para este partido trascendental frente a Lanús. Ah! Todo esto por un capricho del Técnico, por la necedad autoritaria de demostrar cierto ¡¿respeto?!¡¿poder?! 
Luego, de un entrenamiento a otro, el delantero de mayor peso ofensivo, ese que se le prendió una vela para que volviera pronto después de su desgarro frente a Arsenal, Mariano "el Tanque" Pavone, era relegado al banco de suplente. ¿Quién entraría en lugar de él? Si, muy bien Diego Mario Buonanotte Rende. Ese mismo que hoy no es ni concentrado.
Estos manotazos de ahogado que son característicos de un Técnico desesperado que no encuentra respuestas no parecen desaparecer. La última fecha se incluyó a Carlos Arano, jugador relegado si los hay, para poder conseguir un "empate" frente al pincha. 
Por eso lo que demuestra hoy la tabla de los promedios, es un cumulo de errores que se vienen sucediendo desde la gestión de Aguilar, y hoy continúan. 

¿Será momento de comenzar a cambiar de verdad? ¿La auditoría que se prometió en Mayo? ¿Los refuerzos de renombre de los jugadores que querían volver con ansias a River y se los iba a convencer? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario