Empatamos en La Platra frente a Gimnasia y vos lo viviste, como siempre, por Sintonia Monumental
Nos Volveremos a encontrar este jueves 04 de Marzo a partir de las 18:45 hs, cuando nos enfrentemos a San Lorenzo en el único estadio Monumental del Mundo.
Sintonia Monumental con los relatos del corazón de Hernan "El Tano" Santarsiero.
Sintonia Monumental, por FmUrquiza 91,7 Mhz o haciendo click en link de esta página.
Vamos River, Vamos Sintonia Monumental.
Si queres jugar con nosotros busca nuestro torneo, Sintonia Monumental, en el Gran DT.-
jueves, 25 de febrero de 2010
lunes, 22 de febrero de 2010
Pálida actuación de un River que sigue sin ganar en su casa
El equipo de Leonardo Astrada no logra levantar cabeza y apenas logró un empate en el Monumental ante Arsenal. Fue 1 a 1. Sergio Sena puso en ventaja a los de Sarandí, en tanto que Gallardo concretó la igualdad para la banda.
Quiero decirle amigo de Sintonía Monumental que River jugó este domingo su peor match en lo que va del campeonato. Es más, diría que Arsenal le terminó haciendo precio a un equipo que se quedó con diez jugadores por la expulsión de Almeyda en los albores de la segunda etapa.
En la previa de la transmisión les dije que Arsenal es un equipo que maneja bien el balón, que lo trata con prolijidad, que lo mima, que intenta jugar; y no un conjunto rústico que se mete en su campo y espera un milagro de contragolpe. Pero también les hablé de sus falencias defensivas, de que es el segundo equipo que más goles recibió en lo que va del torneo, de su poca solidez en la recuperación del balón.
Ninguna de las carencias que acabo de enumerar fueron explotadas por los muchachos de Astrada. Es más, esta vez casi ni se vieron, ¿mérito de Arsenal o error de River? Un poco de la dos, claro está.
En líneas generales el partido fue deslucido, opaco, gris como ese cielo que encapotó a Buenos Aires durante toda la jornada dominguera.
Si bien fue trabado e impreciso casi siempre, en la primera etapa se intentó jugar un poco más. Se buscaba el arco contrario con alguna que otra idea. River tuvo alguna que otra chance con Canales y Rojas, las demás fueron aproximaciones tibias e intrascendentes.
Por su lado, Arsenal inquietaba con Franco Jara, que gravitó mucho más en la primera parte que en el complemento. Tuvo problemas la última línea de River para tomar a este buen delantero que se mueve por todo el frente de ataque.
Un remate potente y preciso de Sena contra el palo derecho de Vega quebró el 0-0 y puso en ventaja a los de Burruchaga, que se fueron al descanso con la frente más alta que los de Astrada.
En la segunda etapa todo ocurrió en los primeros 6 minutos: enseguidita nomás Villalba ingresó por Ludueña –no entendí por qué Astrada no hizo ese cambio en el entretiempo-, Gallardo empató el partido con un tiro libre a los 5’ y Almeyda se fue expulsado por doble amarilla a los 6’, causal de que el técnico meta a Ahumada para suplir la ausencia del “Viejo Luchador” y resigne a uno de la creación: Gallardo. Pregunta ¿no podría haber sacado a Rojas en vez del Muñeco?
Gallardo metió el gol y un minuto más tarde tuvo que irse. Agrandado por la conversión, inflado su ego por ser el máximo goleador en la historia de los River-Arsenal, el muñeco podría haber hecho pasear su fantasma en las cabezas de los de Sarandí. ¿O acaso alguien cree que la historia no pesa? Astrada creyó lo más conveniente y él sabrá por qué lo hizo.
Desde los 6’ a los 45’ River jugó con diez, pero Arsenal, que tuvo mayor dominio de balón, no logró hacer pesar ese hombre de más y el partido fue más que aburrido, sin llegadas ni emociones.
Quiero decirle amigo de Sintonía Monumental que River jugó este domingo su peor match en lo que va del campeonato. Es más, diría que Arsenal le terminó haciendo precio a un equipo que se quedó con diez jugadores por la expulsión de Almeyda en los albores de la segunda etapa.
En la previa de la transmisión les dije que Arsenal es un equipo que maneja bien el balón, que lo trata con prolijidad, que lo mima, que intenta jugar; y no un conjunto rústico que se mete en su campo y espera un milagro de contragolpe. Pero también les hablé de sus falencias defensivas, de que es el segundo equipo que más goles recibió en lo que va del torneo, de su poca solidez en la recuperación del balón.
Ninguna de las carencias que acabo de enumerar fueron explotadas por los muchachos de Astrada. Es más, esta vez casi ni se vieron, ¿mérito de Arsenal o error de River? Un poco de la dos, claro está.
En líneas generales el partido fue deslucido, opaco, gris como ese cielo que encapotó a Buenos Aires durante toda la jornada dominguera.
Si bien fue trabado e impreciso casi siempre, en la primera etapa se intentó jugar un poco más. Se buscaba el arco contrario con alguna que otra idea. River tuvo alguna que otra chance con Canales y Rojas, las demás fueron aproximaciones tibias e intrascendentes.
Por su lado, Arsenal inquietaba con Franco Jara, que gravitó mucho más en la primera parte que en el complemento. Tuvo problemas la última línea de River para tomar a este buen delantero que se mueve por todo el frente de ataque.
Un remate potente y preciso de Sena contra el palo derecho de Vega quebró el 0-0 y puso en ventaja a los de Burruchaga, que se fueron al descanso con la frente más alta que los de Astrada.
En la segunda etapa todo ocurrió en los primeros 6 minutos: enseguidita nomás Villalba ingresó por Ludueña –no entendí por qué Astrada no hizo ese cambio en el entretiempo-, Gallardo empató el partido con un tiro libre a los 5’ y Almeyda se fue expulsado por doble amarilla a los 6’, causal de que el técnico meta a Ahumada para suplir la ausencia del “Viejo Luchador” y resigne a uno de la creación: Gallardo. Pregunta ¿no podría haber sacado a Rojas en vez del Muñeco?
Gallardo metió el gol y un minuto más tarde tuvo que irse. Agrandado por la conversión, inflado su ego por ser el máximo goleador en la historia de los River-Arsenal, el muñeco podría haber hecho pasear su fantasma en las cabezas de los de Sarandí. ¿O acaso alguien cree que la historia no pesa? Astrada creyó lo más conveniente y él sabrá por qué lo hizo.
Desde los 6’ a los 45’ River jugó con diez, pero Arsenal, que tuvo mayor dominio de balón, no logró hacer pesar ese hombre de más y el partido fue más que aburrido, sin llegadas ni emociones.
miércoles, 17 de febrero de 2010
Hay que ganar si o si en el bosque
Este domingo nos enfretamos a Gimnasia y tenemos que ganar sea como sea para poder acercarnos a la punta.-
Como siempre, vos lo vas a vivir con la pasión de Sintonia Monumental a partir de las 20:45 hs. por los relatos del corazón de Hernan "El Tano" Santarsiero.-
Este domingo a partir de las 20:45 hs Sintonia Monumental, por FmUrquiza 91,7 Mhz o haciendo click en link de esta página.-
Vamos River, Vamos Sintonia Monumental.-
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lunes, 15 de febrero de 2010
River se vino de Santa Fe con las manos vacías
El equipo de Astrada sumó su segunda derrota en el campeonato, tras caer 1-0 ante Colón en el Cementerio de los Elefantes. El único tanto del encuentro lo anotó el “Bichi” Fuertes de penal. En River, que suma sólo 4 puntos, preocupa la falta de gol y los errores defensivos.
Era una parada difícil, sí, y lo termino siendo nomás. Astrada paró al equipo con el mismo esquema que su rival: 3-4-1-2; pero no le dio resultado.
En la primera etapa la cosa estuvo bastante pareja, sin monopolio de tenencia de balón ni dominio de campo del “millo” y el “sabalero”. Y si bien Colón fue el primero que contó con chances de gol, River también las tuvo luego, cuando Canales desperdició un par de oportunidades.
Tanto Vega como Pozo se opusieron a los gritos de gol, pero eso duró hasta los 45 minutos, cuando Fuertes tuvo un disparo desde los doce pasos que no lo desaprovechó y mandó a guardar al arco del “Indio”, tras una falta de Quiroga a Bertoglio dentro del área que el árbitro no dudó en sentenciar.
La segunda etapa ya fue distinta. Colón se mostró como claro dominador, sumando mucha gente en ataque y dejando al descubierto los errores en la última línea millonaria. Lucero dejó en ridículo varias veces a Nico Sánchez, Bertoglio, que volvió loco a Quiroga, quedó muy suelto en su posición de enganche y Fuertes siempre desplegando su potencia ofensiva.
River gravitó poco en ofensiva en la segunda parte. Tuvo alguna que otra chance: la más clara fue un remate de Rojas, que remató solo dentro del área y con el arco de frente pero Pozo, siempre firme, impidió el gol.
Los cambios que metió Astrada no arreglaron el déficit y Colón bien pudo aumentar la diferencia en varias oportunidades, pero diga usted que River lo tiene al “Indio” Vega en el arco, que otra vez se erigió en la figura del equipo.
Era una parada difícil, sí, y lo termino siendo nomás. Astrada paró al equipo con el mismo esquema que su rival: 3-4-1-2; pero no le dio resultado.
En la primera etapa la cosa estuvo bastante pareja, sin monopolio de tenencia de balón ni dominio de campo del “millo” y el “sabalero”. Y si bien Colón fue el primero que contó con chances de gol, River también las tuvo luego, cuando Canales desperdició un par de oportunidades.
Tanto Vega como Pozo se opusieron a los gritos de gol, pero eso duró hasta los 45 minutos, cuando Fuertes tuvo un disparo desde los doce pasos que no lo desaprovechó y mandó a guardar al arco del “Indio”, tras una falta de Quiroga a Bertoglio dentro del área que el árbitro no dudó en sentenciar.
La segunda etapa ya fue distinta. Colón se mostró como claro dominador, sumando mucha gente en ataque y dejando al descubierto los errores en la última línea millonaria. Lucero dejó en ridículo varias veces a Nico Sánchez, Bertoglio, que volvió loco a Quiroga, quedó muy suelto en su posición de enganche y Fuertes siempre desplegando su potencia ofensiva.
River gravitó poco en ofensiva en la segunda parte. Tuvo alguna que otra chance: la más clara fue un remate de Rojas, que remató solo dentro del área y con el arco de frente pero Pozo, siempre firme, impidió el gol.
Los cambios que metió Astrada no arreglaron el déficit y Colón bien pudo aumentar la diferencia en varias oportunidades, pero diga usted que River lo tiene al “Indio” Vega en el arco, que otra vez se erigió en la figura del equipo.
miércoles, 10 de febrero de 2010
Con todo frente Arsenal
Este domingo 21 de Febrero, a partir de las 16:30 hs, jugamos en el único estadio Monumental del mundo frente Arsenal de Sarandí y tenemos que ganar sea como sea.-
Vos lo vas a vivir como siempre por Sintonia Monumental, por FmUrquiza 91,7 Mhz o haciendo click en link de esta página.-
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Sintonia Monumental con los relatos de Hernan "El Tano" Santarsiero.-
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lunes, 8 de febrero de 2010
River no pudo con un “Canalla” que se vino a defender
El equipo de Leonardo Astrada igualó sin goles ante Rosario Central en el Monumental, en lo que fue su tercera participación en el Clausura 2010. River fue más que su rival, pero no lo supo cristalizar en el resultado.
El “millo” tuvo un arranque interesante de mitad de cancha para adelante, con un Villalba picante en las encaradas por izquierda y derecha, un Rojas cerebral a la hora de distribuir juego y manejarse a un toque, y un Funes Mori movedizo.
La dificultad de los defensores rosarinos para frenar al “Keko”, una chance manifiesta de gol de Funes Mori que desperdició por arriba del horizontal, y un remate de Almeyda desde afuera que pasó cerca, me hicieron pensar que River se iría victorioso. Es que recién había pasado un cuarto de hora y, además, Central no encontraba la pelota, no podía urdir más de dos pases seguidos en campo millonario.
El “Canalla” se dio cuenta que su negocio estaba en abroquelarse bien atrás y aprovechar algún regalito de la defensa de River. Así se complicó más la generación de espacios arriba, porque Central puso dos líneas de cuatro bien pegadas.
Aún así, River no se desesperó y manejó el balón con paciencia, terminando casi siempre las jugadas elaboradas en remates desde afuera del área, que exigieron al arquero Galíndez a intervenir de manera loable: le sacó un disparo a Villalba y otro a Funes Mori. Almeyda volvió a probar desde afuera, pero otra vez se fue cerca.
Hasta finalizar la primera etapa, entre Burdisso y Valentini se las ingeniaron para despejar toda pelota aérea que llegara al área, y el “Indio” Vega casi no tuvo que intervenir en el primer acto, sólo un remate de Nuñez segundos antes de que Pitana mande a los equipos a descansar.
En el complemento, no cambió el esquema de fuerzas. River intentó siempre, aunque esta vez las armas se le desgastaron un poco, y cuando tuvo las chances, falló en la definición, el mayor dilema que se le presenta hoy en día a Leonardo Astrada.
Lo tuvo otra vez Funes Mori, tras una jugada memorable que elaboró junto con el “ariano” (como lo llama el “tano” Santarsiero a Rojas), pero el mendocino no logró hacer que su definición terminara en un grito estentóreo del Monumental.
Astrada hizo ingresar a Gallardo quién mostró algunas cosas positivas pero no suficientes para cambiar la puntería: el “muñeco” lo tuvo a 10 del final, cuando le entró con tres dedos a una centro de Bou (ingresó por Abelairas) desde la izquierda, tras un lindo desborde.
Lo de Central fue mezquino también en la segunda etapa. Sólo rescatar el remate del “yacaré” Nuñez, que hizo volar de manera solemne a Vega, y el intento –muy tardío- de buscar la victoria en los 3 o 4 minutos finales, aunque sin agresividad.
Para celebrar: que los rivales se metan atrás en el Monumental, como sucedió también ante Banfield –aunque en menor medida-, significa que a River le vuelven a tener respeto.
Para lamentar: no se pudo aprovechar el envión anímico que brindó el triunfo ante Chacarita.
Para mejorar: la falta de definición y la creación de variantes ante defensas tan cerradas.
El “millo” tuvo un arranque interesante de mitad de cancha para adelante, con un Villalba picante en las encaradas por izquierda y derecha, un Rojas cerebral a la hora de distribuir juego y manejarse a un toque, y un Funes Mori movedizo.
La dificultad de los defensores rosarinos para frenar al “Keko”, una chance manifiesta de gol de Funes Mori que desperdició por arriba del horizontal, y un remate de Almeyda desde afuera que pasó cerca, me hicieron pensar que River se iría victorioso. Es que recién había pasado un cuarto de hora y, además, Central no encontraba la pelota, no podía urdir más de dos pases seguidos en campo millonario.
El “Canalla” se dio cuenta que su negocio estaba en abroquelarse bien atrás y aprovechar algún regalito de la defensa de River. Así se complicó más la generación de espacios arriba, porque Central puso dos líneas de cuatro bien pegadas.
Aún así, River no se desesperó y manejó el balón con paciencia, terminando casi siempre las jugadas elaboradas en remates desde afuera del área, que exigieron al arquero Galíndez a intervenir de manera loable: le sacó un disparo a Villalba y otro a Funes Mori. Almeyda volvió a probar desde afuera, pero otra vez se fue cerca.
Hasta finalizar la primera etapa, entre Burdisso y Valentini se las ingeniaron para despejar toda pelota aérea que llegara al área, y el “Indio” Vega casi no tuvo que intervenir en el primer acto, sólo un remate de Nuñez segundos antes de que Pitana mande a los equipos a descansar.
En el complemento, no cambió el esquema de fuerzas. River intentó siempre, aunque esta vez las armas se le desgastaron un poco, y cuando tuvo las chances, falló en la definición, el mayor dilema que se le presenta hoy en día a Leonardo Astrada.
Lo tuvo otra vez Funes Mori, tras una jugada memorable que elaboró junto con el “ariano” (como lo llama el “tano” Santarsiero a Rojas), pero el mendocino no logró hacer que su definición terminara en un grito estentóreo del Monumental.
Astrada hizo ingresar a Gallardo quién mostró algunas cosas positivas pero no suficientes para cambiar la puntería: el “muñeco” lo tuvo a 10 del final, cuando le entró con tres dedos a una centro de Bou (ingresó por Abelairas) desde la izquierda, tras un lindo desborde.
Lo de Central fue mezquino también en la segunda etapa. Sólo rescatar el remate del “yacaré” Nuñez, que hizo volar de manera solemne a Vega, y el intento –muy tardío- de buscar la victoria en los 3 o 4 minutos finales, aunque sin agresividad.
Para celebrar: que los rivales se metan atrás en el Monumental, como sucedió también ante Banfield –aunque en menor medida-, significa que a River le vuelven a tener respeto.
Para lamentar: no se pudo aprovechar el envión anímico que brindó el triunfo ante Chacarita.
Para mejorar: la falta de definición y la creación de variantes ante defensas tan cerradas.
domingo, 7 de febrero de 2010
Empate sin goles
Igualamos 0 a 0 contra Rosario Central y vos lo escuchaste en vivo por Sintonia Monumental con los relatos de Hernan "El Tano" Santarsiero.
El próximo domigno nos podés escuchar por Fm Urquiza 91,7 mhz o haciendo click en el link de la página a partir de las 20:45 cuando nos enfrentemos a Colón de Santa Fe.-
¡¡¡Vamos River, Vamos Sintonía Monumental!!!
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¡¡¡Vamos River, Vamos Sintonía Monumental!!!
viernes, 5 de febrero de 2010
Un valioso triunfo para crecer en lo anímico
River alcanzó este jueves su primera victoria en el campeonato al derrotar a Chacarita por 3 a 2, en un partido con muchas emociones y un final con una cuota de suspenso.
Leonardo Astrada paró un sistema distinto al que suele usar normalmente. Al igual que la última vez que tuvo que presentarse en “La Paternal”, utilizó un 3-4-1-2: con Almeyda como líbero ordenando desde abajo al equipo, Ahumada y Barrado en el doble cinco, el paraguayo Rojas como enlace y Ortega en la delantera.
En el primer tramo del encuentro no hubo un claro dominador, quizás a Chacarita se lo notó un poco más ordenado en defensa y más inquietante en ataque que al “millonario”: apenas una que otra aparición de Diego Morales que no logró preocupar demasiado al “Indio” Vega.
Cuando el tema se debatía en la mitad de la cancha, Ortega encaró a la defensa de “chaca” por derecha, el balón dio en un marcador y Ferrari lo capitalizó dentro del área para rematar junto al palo izquierdo de Cejas y abrir el marcador.
Empezar ganando era fundamental, por lo que River jugó con la ventaja, creyó que podía aumentar la diferencia y así lo hizo: una buena asistencia de Funes Mori a Rojas dentro del área, una pisada formidable del paraguayo y posterior habilitación para Ferrari que, otra vez, apareció por derecha dentro del área para aumentar la diferencia y hacer delirar a los hinchas millonarios.
De ahí y hasta el final del primer acto, se vio un equipo tranquilo y con el andar del que sabe que está dos goles arriba. Antes del descanso Astrada debió hacer ingresar al chico Coronel por el lesionado Oscar Ahumada.
La segunda parte no se pareció a la primera, porque el equipo de Gamboa salió con todo a buscar el descuento desde el arranque, y no lo encontró enseguida por impericia de sus delanteros, que no lograron definir cuando tuvieron la oportunidad clara y manifiesta de hacerlo.
Como Almeyda, que como líbero alcanzó un rendimiento superlativo en la primera parte, tuvo que ubicarse en la mitad de la cancha -su lugar habitual- , la defensa sufría ante cada ataque del “funebrero”.
Dicen que dos cabezazos en el área es gol, y así fue: El 2-1 llegó recién a los treinta minutos de la mano de Grabinski, tras una habilitación de Diego Morales.
Astrada sacó a Ortega y a Funes Mori y metió a Canales y a Bou. Y Fue precisamente este último el que se encargó de estirar la diferencia con un remate bajo y furibundo que infló la red del arco defendido por “Terremoto” Cejas, luego de que Canales recibiera fuera del área en un contragolpe y lo habilitara inteligentemente.
Pero cuando todo parecía liquidado, otro cabezazo de Parra le puso suspenso al resultado y el final recorrió esa delgada línea entre el nerviosismo y el infarto. “Chaca” se fue con todo, pero por suerte, no logró su cometido. Así, llegó el pitazo final y el desahogo de todo el pueblo millonario.
En fin, una victoria clave que va a servir para alimentar la estructura anímica del plantel.
Leonardo Astrada paró un sistema distinto al que suele usar normalmente. Al igual que la última vez que tuvo que presentarse en “La Paternal”, utilizó un 3-4-1-2: con Almeyda como líbero ordenando desde abajo al equipo, Ahumada y Barrado en el doble cinco, el paraguayo Rojas como enlace y Ortega en la delantera.
En el primer tramo del encuentro no hubo un claro dominador, quizás a Chacarita se lo notó un poco más ordenado en defensa y más inquietante en ataque que al “millonario”: apenas una que otra aparición de Diego Morales que no logró preocupar demasiado al “Indio” Vega.
Cuando el tema se debatía en la mitad de la cancha, Ortega encaró a la defensa de “chaca” por derecha, el balón dio en un marcador y Ferrari lo capitalizó dentro del área para rematar junto al palo izquierdo de Cejas y abrir el marcador.
Empezar ganando era fundamental, por lo que River jugó con la ventaja, creyó que podía aumentar la diferencia y así lo hizo: una buena asistencia de Funes Mori a Rojas dentro del área, una pisada formidable del paraguayo y posterior habilitación para Ferrari que, otra vez, apareció por derecha dentro del área para aumentar la diferencia y hacer delirar a los hinchas millonarios.
De ahí y hasta el final del primer acto, se vio un equipo tranquilo y con el andar del que sabe que está dos goles arriba. Antes del descanso Astrada debió hacer ingresar al chico Coronel por el lesionado Oscar Ahumada.
La segunda parte no se pareció a la primera, porque el equipo de Gamboa salió con todo a buscar el descuento desde el arranque, y no lo encontró enseguida por impericia de sus delanteros, que no lograron definir cuando tuvieron la oportunidad clara y manifiesta de hacerlo.
Como Almeyda, que como líbero alcanzó un rendimiento superlativo en la primera parte, tuvo que ubicarse en la mitad de la cancha -su lugar habitual- , la defensa sufría ante cada ataque del “funebrero”.
Dicen que dos cabezazos en el área es gol, y así fue: El 2-1 llegó recién a los treinta minutos de la mano de Grabinski, tras una habilitación de Diego Morales.
Astrada sacó a Ortega y a Funes Mori y metió a Canales y a Bou. Y Fue precisamente este último el que se encargó de estirar la diferencia con un remate bajo y furibundo que infló la red del arco defendido por “Terremoto” Cejas, luego de que Canales recibiera fuera del área en un contragolpe y lo habilitara inteligentemente.
Pero cuando todo parecía liquidado, otro cabezazo de Parra le puso suspenso al resultado y el final recorrió esa delgada línea entre el nerviosismo y el infarto. “Chaca” se fue con todo, pero por suerte, no logró su cometido. Así, llegó el pitazo final y el desahogo de todo el pueblo millonario.
En fin, una victoria clave que va a servir para alimentar la estructura anímica del plantel.
lunes, 1 de febrero de 2010
Un traspié que tiene que servir para mejorar
La ilusión, la esperanza y el entusiasmo que se respiraba en el Monumental previo al comienzo del encuentro ante Banfield era algo que se sentía, se palpaba. Miles de hinchas millonarios dijeron presente en el Antonio V. Liberti.
Claro, es que se trataba del debut en el Clausura 2010: nuevo campeonato…nueva oportunidad de encontrar otro sendero para un plantel que venía tomando atajos que lo llevaban a lugares desolados y sin fiestas, sin carnavales, sin alegrías para vivir. Itinerarios sin rumbo son los que se venían transitando.
Además, los refuerzos que llegaron y los dos clásicos ganados a Boca en los torneos de verano, en los cuales River se reencontró, si bien no me gustaría exagerar demasiado, con su historia y el gusto futbolístico de su gente, fueron determinantes a la hora de generar esa enorme expectativa.
Enfrente, Banfield, el último campeón. “Hasta que termine este torneo somos los campeones del fútbol argentino, por lo que vamos a hacer pesar esa condición y los rivales nos van a tener que respetar”, había dicho Julio César Falcioni días antes del comienzo del torneo. Lo de siempre, nada nuevo, cuando uno arranca un nuevo campeonato jugando ante el último campeón es especial, es distinto… y por supuesto que hay que tenerle respeto.
River arrancó el partido con intención de ocupar el campo rival, pero enseguida nomás el campeón le avisó al fondo millonario que no debía descuidarse demasiado, cuando el “Indio” Vega tapó de una manera providencial un cabezazo frontal de “Tito” Ramírez.
Para ponerlo en su justa medida, el primer tiempo fue equilibrado en la tenencia del balón, luchado en la mitad de la cancha, con Ortega manejando los hilos del equipo de Astrada, tratando de buscar siempre a sus compañeros de ataque, pero sin demasiado éxito a la hora de generar jugadas que pongan en peligro el arco de Luchetti, debido a una buena oposición de la línea de contención y la defensa de Banfield. El paraguayo Rodrigo Rojas mostró un juego inteligente y lindo despliegue, aunque sin demasiado brillo.
El “Taladro”, por su parte, tampoco mostró demasiados destellos de fútbol en la primera etapa. La pelota no pasó tanto por los pies del hábil Erviti, aunque sí cayó en algunas oportunidades en los botines del oriental Sebastián Fernández que, inquieto, molestaba bastante a la defensa riverplatense. Los movimientos de Ramírez fueron interesantes. Pesado, fornido, poniendo bien el cuerpo, siempre se las ingenió para descargar bien con sus compañeros.
Otro peligro para el arco de River sucedió cuando el colombiano James Rodríguez se metió al área por el carril izquierdo y sacó un remate cruzado que el “Indio” mandó al córner con una buena estirada.
Se fueron al descanso empatando sin goles, y a pensar como hacer para encontrar la debilidad del rival para dañar el arco de enfrente.
Los primeros 20 del complemento se parecieron mucho a la primera etapa, con ambos equipos prestándose la pelota y sin generar peligro. Pero desde ahí en adelante, Banfield decidió esperar a River en su campo e intentar con el contragolpe, que tan bien elabora el equipo Falcioni.
El “millo” empezó a poblar con más gente el campo del adversario y éste aprovechó para cargar de contraataque. Los del Sur dejaron que River ganara en dinámica con Barrado (ingresó por Villalba) y empezaron a elaborar su inteligente juego que los llevó a ganar el campeonato anterior.
Así, a los 26 minutos “Papelito” Fernández estrelló un remate en el parante derecho de Vega, y enseguidita nomás el arquero millonario tuvo que esforzarse para sacarle un remate al oriental.
Mientras River seguía intentando más por el lado de Ferrari que por la izquierda, casi a la media hora del segundo acto llegó el baldazo de agua helada que enmudeció al Monumental: Erviti recibió por izquierda en un contragolpe, ensayó un taco majestuoso que dejó parado a dos jugadores de River, la tocó para Fernández y éste, tras ganarle la posición a su compatriota Juan Manuel Díaz, disparó bajo y cruzado para meterla junto al palo derecho del “Indio” Vega.
A partir de ese momento River buscó el empate con jugadas que terminaban en centros para Gustavo Canales (ingresó por Funes Mori), pero la línea defensiva de Banfield siempre respondió con el oficio que la caracteriza.
Los de Falcioni mantuvieron un gran orden táctico. Quizás esa fue la mayor diferencia. Porque en cuanto a iniciativa de juego, en cuanto a actitud, en cuanto a generación de fútbol, Banfield no fue superior a River, pero sí terminó siendo más inteligente.
En definitiva, como toda derrota, debe servir para mejorar. No tengo dudas de que el equipo que se floreó ante Boca va a aparecer. Esperemos que sea este jueves ante Chacarita.
Claro, es que se trataba del debut en el Clausura 2010: nuevo campeonato…nueva oportunidad de encontrar otro sendero para un plantel que venía tomando atajos que lo llevaban a lugares desolados y sin fiestas, sin carnavales, sin alegrías para vivir. Itinerarios sin rumbo son los que se venían transitando.
Además, los refuerzos que llegaron y los dos clásicos ganados a Boca en los torneos de verano, en los cuales River se reencontró, si bien no me gustaría exagerar demasiado, con su historia y el gusto futbolístico de su gente, fueron determinantes a la hora de generar esa enorme expectativa.
Enfrente, Banfield, el último campeón. “Hasta que termine este torneo somos los campeones del fútbol argentino, por lo que vamos a hacer pesar esa condición y los rivales nos van a tener que respetar”, había dicho Julio César Falcioni días antes del comienzo del torneo. Lo de siempre, nada nuevo, cuando uno arranca un nuevo campeonato jugando ante el último campeón es especial, es distinto… y por supuesto que hay que tenerle respeto.
River arrancó el partido con intención de ocupar el campo rival, pero enseguida nomás el campeón le avisó al fondo millonario que no debía descuidarse demasiado, cuando el “Indio” Vega tapó de una manera providencial un cabezazo frontal de “Tito” Ramírez.
Para ponerlo en su justa medida, el primer tiempo fue equilibrado en la tenencia del balón, luchado en la mitad de la cancha, con Ortega manejando los hilos del equipo de Astrada, tratando de buscar siempre a sus compañeros de ataque, pero sin demasiado éxito a la hora de generar jugadas que pongan en peligro el arco de Luchetti, debido a una buena oposición de la línea de contención y la defensa de Banfield. El paraguayo Rodrigo Rojas mostró un juego inteligente y lindo despliegue, aunque sin demasiado brillo.
El “Taladro”, por su parte, tampoco mostró demasiados destellos de fútbol en la primera etapa. La pelota no pasó tanto por los pies del hábil Erviti, aunque sí cayó en algunas oportunidades en los botines del oriental Sebastián Fernández que, inquieto, molestaba bastante a la defensa riverplatense. Los movimientos de Ramírez fueron interesantes. Pesado, fornido, poniendo bien el cuerpo, siempre se las ingenió para descargar bien con sus compañeros.
Otro peligro para el arco de River sucedió cuando el colombiano James Rodríguez se metió al área por el carril izquierdo y sacó un remate cruzado que el “Indio” mandó al córner con una buena estirada.
Se fueron al descanso empatando sin goles, y a pensar como hacer para encontrar la debilidad del rival para dañar el arco de enfrente.
Los primeros 20 del complemento se parecieron mucho a la primera etapa, con ambos equipos prestándose la pelota y sin generar peligro. Pero desde ahí en adelante, Banfield decidió esperar a River en su campo e intentar con el contragolpe, que tan bien elabora el equipo Falcioni.
El “millo” empezó a poblar con más gente el campo del adversario y éste aprovechó para cargar de contraataque. Los del Sur dejaron que River ganara en dinámica con Barrado (ingresó por Villalba) y empezaron a elaborar su inteligente juego que los llevó a ganar el campeonato anterior.
Así, a los 26 minutos “Papelito” Fernández estrelló un remate en el parante derecho de Vega, y enseguidita nomás el arquero millonario tuvo que esforzarse para sacarle un remate al oriental.
Mientras River seguía intentando más por el lado de Ferrari que por la izquierda, casi a la media hora del segundo acto llegó el baldazo de agua helada que enmudeció al Monumental: Erviti recibió por izquierda en un contragolpe, ensayó un taco majestuoso que dejó parado a dos jugadores de River, la tocó para Fernández y éste, tras ganarle la posición a su compatriota Juan Manuel Díaz, disparó bajo y cruzado para meterla junto al palo derecho del “Indio” Vega.
A partir de ese momento River buscó el empate con jugadas que terminaban en centros para Gustavo Canales (ingresó por Funes Mori), pero la línea defensiva de Banfield siempre respondió con el oficio que la caracteriza.
Los de Falcioni mantuvieron un gran orden táctico. Quizás esa fue la mayor diferencia. Porque en cuanto a iniciativa de juego, en cuanto a actitud, en cuanto a generación de fútbol, Banfield no fue superior a River, pero sí terminó siendo más inteligente.
En definitiva, como toda derrota, debe servir para mejorar. No tengo dudas de que el equipo que se floreó ante Boca va a aparecer. Esperemos que sea este jueves ante Chacarita.
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