sábado, 16 de octubre de 2010

RIVER 0 - GIMNASIA 0

Por Walter Naveira

Tanto River como Gimnasia están viviendo un momento, complejo. El lobo con innumerables problemas económicos, estuvo a punto de no presentarse a jugar el encuentro, por deudas con el plantel. Sumado al karma del descenso que lo aqueja desde hace tiempo, parecía un débil rival para un River, un poco más alto en la tabla del apertura, pero que lo tiene como participe también en la zona roja de los promedios.

La gente local vivía el inicio del encuentro con mucha expectativa, debido a que el Local arrancaba el partido deslazándose de manera vertiginosa. Cappa, con los cambios ensayados en la semana plantaba un equipo con jugadores de buen pie pero de poca recuperación. Esto hacia que la pelota se detenga muy poco en la mitad de la cancha. Mientras tanto, Gimnasia, esperaba atrás y se preparaba para alguna contra.

La primera chance era para River, Funes Mori remataba cruzado desde afuera del área y daba en el palo, luego Lamela tocaba por sobre encima de Sessa, y una vez superado el arquero, el travesaño le decía que no.

El conjunto de Cappa llegaba pero no podía definir. Mauro Díaz era alternativa segura de descarga para generar fútbol y por medio de la gambeta generaba grietas en la defensa visitante. No solamente el palo iba a estar en contra del millonario, sino también otro obstáculo como lo era Gastón Sessa. El gato tapaba con mano cambiada un tiro libre de Lamela ahogando una vez más el grito de gol local. Mas tarde otra tapada del uno de Gimnasia apagaba la ilusión de Maidana, quien cabeceaba un balón con destino de red. Con aquellas acciones nos habíamos olvidado de Juan Pablo Carrizo quien tenia poca participación hasta entonces pero tras un corner, intervenía tapando de buena manera un remate Jorge Cordoba.

En el segundo tiempo ingresaban Affranchino y Buonanotte por Díaz y lamela respectivamente, cambios que nos sorprendían, debido a que ambos habían tenido una aceptable labor. Pero claro los reemplazantes tenían en mente su objetivo y comenzaban a colaborar en ataque. Lo que le preocupaba al hincha local era la menara a la que River defendía ya que ambos jugadores carecían de recuperación en el medio. De esta forma la defensa local quedaba mano a mano con los atacantes triperos.

Nos esperaba de aquí al final un partido vibrante, en el que River transitaba por una línea muy delgada y en la que podía ganar como así también perder. Pavone en dos oportunidades y otra vez Buonanotte inquietaban al arco rival pero sendos remates se iban desviados. quedaba muy poco y sobre el final Carrizo veía tan de cerca cuando Cordoba erraba su tiro en una contra, lo que hubiera desencadenado una catástrofe monumental. No quedaba mas, Furchi decretaba un empate que dejaba al hincha de River nuevamente, con un sentimiento de derrota a pesar del empate. Pero a no olvidar, que así también la ilusión se renueva semana a semana y en Mendoza, esperara por un triunfo, que lo alegre como en aquellos buenos tiempos

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