Duro de Espantar

Por Walter Naveira

Giovanni Moreno abrió la cuenta para la Academia, e igualó Diego Buonanotte para el local. En un partido pobre, el empate le cayo mejor al los de Avellaneda, mientras que a los de Cappa los dejo nuevamente preocupados ya que suman seis fechas sin ganar.

Con un River sediento de triunfos y con un Racing irregular, comenzaba a jugarse en el Monumental, este añejo clásico. De arranque el local intentaba hacerse de la pelota a través de los pies de Erik Lamela quien aparecía como volante por izquierda dejando a Ortega más en el centro para la creación. Adelante Pavone y Funes Mori esperaban ansiosos alguna habilitación pero les costaba mucho llegar. Ruso, ordenaba tácticamente a sus hombres y lograban desbaratar todo tipo de juego asociado. Se esperaba ver un partido en el que la mitad de la cancha fuera de pasaje pero se daba lo contrario, ya que la fricción y el forcejeo interrumpían las acciones en cada momento. Pero al cabo de insistir River contaba con una chance clara por un disparo de Erik lamela, desde afuera del área, que se iba cerca del arco de De Olivera. Racing a partir de Yacob empujaba el equipo hacia adelante y depositaba la pelota en los pies de Toranzo y de Giovanni Moreno. Por su sector izquierdo, la academia, penetraba por medio de la velocidad de José Luis Fernández y así sumaba argumentos en ataque. El cotejo era parejo y luchado en donde no había llegadas claras y allí apareció con autoridad el jugador diferente de la cancha como lo es el colombiano Moreno. Este último tras recibir un centro desde la izquierda enganchaba ante la marca de Arano, definía cruzado y ponía el 1 a 0. Era el premio para Racing por tener al mejor jugador de su lado. River sentía el impacto por la caída y parecía herido. Por aquel momento solo mostraba algún impulso a través de otro disparo, esta vez de Funes Mori similar al de Lamela en cuanto a la forma y a la resolución ya que se iba cerca pero desviado.

En el segundo capitulo se vería la reacción del millonario. Cappa depositaba sus esperanzas de cambio por medio de Buonanotte y lo hacia entrar por Ortega quien había hecho poco en la primera parte. Diego tomaba el mando y transformaba a un equipo tibio y dubitativo en uno agresivo y constante. Y de aquella reacción llegaba el empate a través del artífice de la levantada. El treinta tomaba la pelota dentro del área y tras quitarse la marca, batía a De olivera quien nada podía hacer. El 1 a 1 era justo, pero River no se conformaba y seguía insistiendo. Pero en estos últimos tiempos la fortuna nuevamente no estaba de su lado. Los esfuerzos de sus puntas ganaban aplausos como así también los del Román y de Maidana quienes subían constantemente para apoyar y sorprender. Minutos más tarde River comenzaba a diluirse y Racing empezaba a respirar luego del asedio que había sufrido.

Luego del gol todo se asentaba con las mismas características del inicio y así mismo llegaba al final que indicaba loustau. Una nueva desilusión para el millonario, ya que el empate lo volvía a visitar.