viernes, 5 de febrero de 2010

Un valioso triunfo para crecer en lo anímico

River alcanzó este jueves su primera victoria en el campeonato al derrotar a Chacarita por 3 a 2, en un partido con muchas emociones y un final con una cuota de suspenso.

Leonardo Astrada paró un sistema distinto al que suele usar normalmente. Al igual que la última vez que tuvo que presentarse en “La Paternal”, utilizó un 3-4-1-2: con Almeyda como líbero ordenando desde abajo al equipo, Ahumada y Barrado en el doble cinco, el paraguayo Rojas como enlace y Ortega en la delantera.

En el primer tramo del encuentro no hubo un claro dominador, quizás a Chacarita se lo notó un poco más ordenado en defensa y más inquietante en ataque que al “millonario”: apenas una que otra aparición de Diego Morales que no logró preocupar demasiado al “Indio” Vega.

Cuando el tema se debatía en la mitad de la cancha, Ortega encaró a la defensa de “chaca” por derecha, el balón dio en un marcador y Ferrari lo capitalizó dentro del área para rematar junto al palo izquierdo de Cejas y abrir el marcador.

Empezar ganando era fundamental, por lo que River jugó con la ventaja, creyó que podía aumentar la diferencia y así lo hizo: una buena asistencia de Funes Mori a Rojas dentro del área, una pisada formidable del paraguayo y posterior habilitación para Ferrari que, otra vez, apareció por derecha dentro del área para aumentar la diferencia y hacer delirar a los hinchas millonarios.

De ahí y hasta el final del primer acto, se vio un equipo tranquilo y con el andar del que sabe que está dos goles arriba. Antes del descanso Astrada debió hacer ingresar al chico Coronel por el lesionado Oscar Ahumada.

La segunda parte no se pareció a la primera, porque el equipo de Gamboa salió con todo a buscar el descuento desde el arranque, y no lo encontró enseguida por impericia de sus delanteros, que no lograron definir cuando tuvieron la oportunidad clara y manifiesta de hacerlo.

Como Almeyda, que como líbero alcanzó un rendimiento superlativo en la primera parte, tuvo que ubicarse en la mitad de la cancha -su lugar habitual- , la defensa sufría ante cada ataque del “funebrero”.

Dicen que dos cabezazos en el área es gol, y así fue: El 2-1 llegó recién a los treinta minutos de la mano de Grabinski, tras una habilitación de Diego Morales.

Astrada sacó a Ortega y a Funes Mori y metió a Canales y a Bou. Y Fue precisamente este último el que se encargó de estirar la diferencia con un remate bajo y furibundo que infló la red del arco defendido por “Terremoto” Cejas, luego de que Canales recibiera fuera del área en un contragolpe y lo habilitara inteligentemente.

Pero cuando todo parecía liquidado, otro cabezazo de Parra le puso suspenso al resultado y el final recorrió esa delgada línea entre el nerviosismo y el infarto. “Chaca” se fue con todo, pero por suerte, no logró su cometido. Así, llegó el pitazo final y el desahogo de todo el pueblo millonario.

En fin, una victoria clave que va a servir para alimentar la estructura anímica del plantel.

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