lunes, 19 de abril de 2010

“Fiesta Monumental” en el debut de Cappa y el regreso de Buonanotte

River derrotó 2-1 a Godoy Cruz en el Bajo Belgrano, quebró una racha negativa de cinco partidos sin convertir y dejó sin la punta a los mendocinos. Federico Higuaín había puesto en ventaja al conjunto visitante, pero Ortega y Ferrari lo dieron vuelta.

Decenas de miles de hinchas millonarios dijeron presente en el día del debut de Angel Cappa como técnico. Significaba un día de renovación de expectativas, casi como el primer partido del campeonato ante Banfield. Pero esta vez el equipo no los defraudó, se llevó los tres puntos y para colmo dando vuelta el resultado. Como yapa, la posibilidad de volver a ver jugar a Buonanotte tras el fatal accidente.

La primera media hora del partido fue buena para River. Tenencia y circulación de pelota, profundidad de juego y varias chances para abrir el marcador. Ibañez, el arquero de Godoy Cruz, se erigió en figura en ese lapso de tiempo mencionado. Le tapó varias pelotas de gol a Canales y una a Gallardo. Para colmo, a los 10’, Lunati decidió no cobrar un penal contra Ortega.

Recién a los 32’ llegó el Bodeguero por primera vez, en buena pared entre Higuaín y Carlos Sánchez que el primero se encargó de transformar en gol. Otra vez los fantasmas parecían hacerse presente en el Monumental. Tras la apertura del marcador, el equipo de Asad tomó confianza y manejó los últimos quince del primer acto con seguridad y sin pasar sobresaltos.

A los 12’ de la segunda parte Cappa hizo ingresar a Buonanotte por Canales y el Monumental se puso de pie para ovacionar al enano. En la primera que tuvo casi la manda a guardar.

El entusiasmo de la gente por ver el regreso de Buonanotte contagió al equipo, le dio una inyección anímica importante. River siguió saliendo desde el fondo tocando, con prolijidad, como le gusta a Cappa. Sin ataduras, sin reventar.

La jugada del primer gol de River llegó así. Ferrero y Quiroga salieron jugando desde abajo, presionados por el frente de ataque rival, la pelota pasó por otro jugador de River, y luego por otro, hubo un corte de un defensor de Godoy Cruz y el tucumano Pereyra la recuperó para correr por su carril izquierdo, llegar hasta el fondo y tocar hacia el centro del área de meta para que Ortega no tenga más que empujarla dentro del arco.

Un minuto más tarde River presionó en la salida, un fallo de la última línea del equipo rival posibilitó que Ferrari corriera solo hacia el arco, eludiera a Ibañez y definiera con zurda al palo izquierdo ante el desesperado intento de cierre de un defensor del Tomba: 2 a 1 y delirio total.

Desahogo, locura, éxtasis, y también un poco de sosiego, esperanza, inyección de confianza y una pisca de creencia en que se puede. Sí, se puede salir del mal momento.

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