viernes, 5 de marzo de 2010

Un triunfo para salir de la sequía y romper el maleficio

River logró este jueves ante San Lorenzo su primera victoria en el Monumental en lo que va del campeonato, lo que le permite tomar un poco de aire, alimentar la fortaleza anímica y esa mentalidad ganadora que tanta falta le viene haciendo.

No es momento de evaluar si el triunfo por 1 a 0 ante los de Boedo ha sido merecido o no. El equipo de Astrada necesitaba ganar como sea. Por su pálido presente y porque aún no había ganado en el Monumental en este torneo, era menester, jugando bien o jugando mal, quedarse con los tres puntos.

En el primer tiempo aburrieron por demás. Trabado, con poco espacio, impreciso, sin cambios de ritmo y sin chances de gol, los primeros cuarenta y cinco fueron para el olvido.

La segunda etapa, en cambio, sin ser un gran espectáculo, estuvo entretenida. Hasta el gol de Affranchino, San Lorenzo había sido más que River. La entrada de Romagnoli le dio más generación de fútbol al conjunto azulgrana, que tuvo un par de oportunidades claras como para ponerse en ventaja pero que siempre encontró la oposición del gran “Indio” Vega.

Y en el mejor momento de San Lorenzo, River golpeó la puerta del arco de la Figueroa Alcorta y ésta se abrió para dar paso al 1-0: una memorable asistencia de Canales para Affranchino y el joven que entró al área como una tromba para ponerla sobre el palo izquierdo de Migliore.

De ahí en más, los de Astrada supieron defender bien la ventaja y hasta tuvieron dos mano a mano para liquidar en los minutos de tiempo adicionado al reglamentario, cuando San Lorenzo se iba al ataque, aunque sin generar peligro, y quedaba muy expuesto atrás.

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